Sweet Tooth se presenta como un homenaje a la dulzura hecha perfume. Desde la primera aplicación, un acorde cremoso de cacao y leche azucarada despierta una sensación acogedora, como un abrazo cálido envuelto en terciopelo. La salida es golosa pero elegante, transmitiendo alegría inmediata y recordando a los pequeños placeres que nos hacen sonreír.

En el corazón, flores delicadas y notas frutales se mezclan con suavidad, aportando equilibrio y evitando que la fragancia se vuelva excesiva. Este contraste transforma al perfume en un dulce refinado, uno que conserva ternura y al mismo tiempo expresa madurez. Cada respiro es como un viaje a una pastelería artesanal donde todo está hecho con dedicación.

La base está construida sobre vainilla envolvente y haba tonka que le otorgan profundidad y carácter. La sensación en la piel es adictiva, cálida y duradera, como una caricia que no se olvida fácilmente. Este fondo gourmand convierte a Sweet Tooth en un perfume que invita a la cercanía y deja huella sin necesidad de imponerse.

Durante su evolución, se mantiene estable y atractivo, acompañando durante largas horas con una estela reconfortante. Es ideal para tardes especiales, citas románticas o momentos en los que deseas proyectar encanto juvenil con un toque sofisticado.